- Igal Meirovich Bitran
A PROPÓSITO DE LO ESENCIAL
Señor director:
En medio del debate sobre que se considera un bien esencial, distintas y enérgicas voces han argumentado a favor y en contra de la esencialidad de una variedad de productos y servicios. Lamentablemente, sorprende la ausencia de debate sobre el esencialidad de uno de los servicios más fundamentales: la educación presencial. Millones de niños están siendo mermados en uno de sus derechos fundamentales cada día que se ven obligados (en el mejor de los casos) a aprender a través de pantallas y de no compartir presencialmente con sus profesores y compañeros.
Lo anterior no sólo impacta la incorporación de conocimientos y habilidades intelectuales, sino que afecta (principalmente) el desarrollo de herramientas socio emocionales y su bienestar psicológico. No obstante, toda la brillantez argumentativa y la creatividad resolutiva de nuestra sociedad son capturadas por otros productos inexplicablemente “más esenciales”.
Como dijo un gran sabio: “lo que nos alegra y nos amarga es lo que mejor representa aquello que somos”. La indiferencia ante la situación educacional de los niños y el foco del debate en cosas superficiales (junto con la alegría o tristeza de poder o no acceder a ellas) son una triste muestra de lo mal que están puestas nuestras prioridades como sociedad. Al mismo tiempo, todo debate sobre cómo construir un mejor Chile es fútil mientras no logremos poner en primer lugar aquello que va a primero. Partiendo desde ahí, si hay una voluntad, siempre habrá un camino.
Igal Meirovich Bitran | Director General Maimonides School
Cartas al Director | Diario El Mercurio