- Jazmín Aravena
MITOS Y VERDADES SOBRE PROTOCOLOS DE SANITARIOS PARA ESCUELAS Y CENTROS EDUCACIONALES
Actualizado: 22 jul 2021

Uno de los temas que genera más debate en relación a la apertura de escuelas son los protocolos sanitarios necesarios para que sea seguro. Muchos creen (debido a las imágenes que presenta la televisión), que estos protocolos son difíciles de implementar y seguir por los niños, y es una de las principales excusas que se esgrimen para no abrir las escuelas.
Así que vale la pena detenerse a conversar sobre ellos, para darnos cuenta de que en realidad no son complicados, sino un conjunto de medidas bastante sencillas que se pueden aplicar no solo en colegios y jardines, sino que en nuestra vida cotidiana para ayudar a prevenir los contagios.
La base principal de los protocolos es que son medidas estratificadas o por capas que ayudan a reducir las probabilidades de contagio. Esto significa que al ser diversas y varias a la vez, si falla una, existen otras que están actuando para evitar los contagios. Al mismo tiempo, en conjunto, ofrecen mayor nivel de protección que cada una de ellas por separado.
Distancia de 1 m: El aforo de una sala de clase tiene que permitir que los alumnos estén separados a distancia de 1 m entre ellos. Por lo tanto no hay un aforo específico por sala, sino que se debe respetar esta distancia entre estudiantes para determinar cuantos caben en una sala. Si antes las mesas se unían cada 2 y se dejaba un pasillo central, ahora tiene que haber pasillos entre cada mesa y eso significa que, en la mayoría de los casos, el curso deberá dividirse en grupos más pequeños. Ejemplos de como lo han hecho en algunos colegios es: una mitad en una jornada de mañana y otra de tarde; semanas diferidas o días alternados. Es importante sacar todos los muebles no esenciales de la sala para ayudar a incrementar la superficie disponible. La logística dependerá de cada establecimiento, pero como cada día de clases presenciales cuenta, es mejor tener un par de días a la semana de colegio, que sólo clases online.
Ventilación de espacios: es uno de los aspectos importantes para evitar la propagación del virus. Se recomienda que la ventilación de los espacios sea continua y cruzada. Esto significa que debemos abrir ventanas y/o puertas que estén en lados distintos de la sala, para favorecer el flujo de aire a través de todo el espacio. Una de las preocupaciones principales tiene que ver con el frío, así que una recomendación sería que durante las clases se mantengan parcialmente abiertas las ventanas y puertas (unos 20-30 cm), y que durante los recreos se abran completamente para un recambio de aire. La ventilación de espacios cerrados también debemos practicarla en nuestros hogares y además es una práctica que ayuda a disminuir la propagación de distintos virus, ¡no sólo del coronavirus! Las comunidades escolares están abiertas a flexibilizar reglamentos como aspecto del uniforme, con tal que los alumnos vayan abrigados. Mandar a los niños con abrigo adicional en la mochila, de modo de que puedan agregar o sacar capas de su vestimenta es una buena estrategia.
El uso de plásticos o acrílicos en cada mesa no ayuda a la ventilación, porque crea obstáculos al flujo de aire, así que no se recomiendan.
Distanciamiento físico: significa que la distancia también aplica a los momentos de recreo, pero esto no es impedimento para poder jugar o conversar con los amigos. Si debe evitarse los abrazos, que deberemos reemplazar con palabras cálidas.
Uso de mascarillas: los niños mayores de 4 años deben utilizar mascarillas. Existen muchos tipos de mascarillas recomendadas: de tela, quirúrgicas, con capas. No es necesario que sea KN95 ya que estas deberían priorizarse para personal médico en caso de intervenciones. En el caso de elegir mascarillas de tela (¡que son amigables con el medioambiente!) se recomienda que sean de 2-3 capas y sin válvula. El niño debe tener más de una mascarilla para poder cambiarla si se moja o cada 4 horas. Las mascarillas son fáciles de lavar y estarán secas para el día siguiente. La educación respecto del correcto uso de mascarillas nos corresponde a todos, particularmente a los padres que hemos enseñado a nuestros hijos sobre por qué deben utilizarla. En general, los niños son muy obedientes sobre su uso. Obviamente, el niño podrá sacarse la mascarilla para comer su colación o almuerzo, por períodos de tiempo que suelen ser acotados y que pueden planificarse para que se realicen mayormente en lugares más abiertos (o en momentos en que se incrementa la ventilación o aumentando el distanciamiento entre alumnos)

Fuente: CDC. Si quieres sabes más sobre mascarillas visita https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/types-of-masks.html
Lavado de manos: es también uno de los puntos controversiales, puesto que muchos creen que se recomienda hacerlo solo con alcohol gel. Lavar las manos con agua y jabón es siempre efectivo, y sirve además para sacar la suciedad visible de las manos. Cuando las manos están visiblemente sucias el alcohol gel no es efectivo ya que se adhiere a la suciedad. Los establecimientos deben contar con alcohol gel para cuando no puedan ir a lavarse las manos, pero lo más importante y más accesible es tener siempre agua y jabón. Otro punto importante es que el lavado de manos debe ser un par de veces durante la jornada (al llegar, antes de comer colación o almuerzo, al ir al baño, etc). El uso obsesivo de alcohol gel puede producir dermatitis, al dañar la capa protectora de la piel. El lavado de manos también es una rutina que realizamos diariamente en nuestras casas, así que los niños están familiarizados con este procedimiento.
Vacunación de profesores y personal educativo: Los niños, particularmente los menores de 12 años, no son los principales vectores de contagio, y en Chile tenemos la ventaja de que más del 90% del personal de educación está vacunado, vale decir que los principales potenciales vectores de transmisión ya están vacunados y eso genera un efecto protector en la comunidad educativa. De la misma manera, nosotros como padres debemos colaborar con este efecto protector, cumpliendo con nuestro esquema de vacunación (completo), así protegemos a nuestra familia y a nuestra comunidad educativa.
Entradas, salidas y recreos diferidos: de manera de evitar aglomeraciones y minimizar contacto entre diferentes grupos. Esto significa que los horarios y/o los lugares de entrada y salida, no serán iguales para todos los cursos y se debe trabajar para organizar la logística de éstos.
Control de síntomas: esta responsabilidad es compartida, no depende sólo del colegio, sino que es importante que nosotros como padres estemos atentos a síntomas del COVID en nuestro núcleo familiar (independientemente de quién los tenga) y por supuesto no mandarlos en caso de identificarlos en algún miembro de nuestra familia o en caso de haber sido contacto estrecho con un enfermo de COVID. Profesores y la comunidad educativa en general deben realizar autocontrol de síntomas y asistir al médico en caso de presentar síntomas de COVID-19. ¡Entre todos nos cuidamos!
Limpieza de establecimientos: Los establecimientos no requieren desinfectarse cada jornada. Ya sabemos que el riesgo de contagios por contacto de superficies es bajo, por lo que la limpieza diaria puede ser la habitual, poniendo énfasis en zonas de alto como por ejemplo manillas de puertas, interruptores y de llaves de agua. En caso de detección de casos positivos sí es necesaria la desinfección del establecimiento. Esto significa que ya no debería considerarse un día a la semana para desinfección de los establecimientos sin recibir alumnos y por tanto es un día más que el colegio estará disponible para recibir a los estudiantes que tanto lo necesitan.
Rastreo de contactos: en caso de detección de un caso en un grupo o curso, el establecimiento debe poner en práctica sus protocolos de rastreo de contactos. Esto supondrá la cuarentena preventiva del curso afectado, mientras se determina si el PCR del afectado es positivo o si fue una falsa alarma.
Las medidas aplicadas en conjunto nos brindan protección, incluso si alguna de ellas falla. La evidencia científica muestra que las escuelas son lugares seguros, y de detección. La mayoría de los casos detectados en escuelas son contagios a nivel comunitario, es decir, que ocurrieron al interior del hogar o en reuniones sociales.
La comunicación efectiva entre todos los miembros de la comunidad educativa es esencial. Si ponemos a los niños en el centro y como prioridad, la tarea de la reapertura se realizará de mejor forma.
Las escuelas deben ser las últimas en cerrar y las primeras en reabrir, dados los beneficios que supone la escuela para el desarrollo y bienestar de todos los niños y niñas. Los costos y daños que están pagando los niños producto del cierre de sus centros educacionales son altísimos, es por ello que todos debemos trabajar juntos para devolverles este espacio tan necesario.
Referencias:
MINEDUC (Julio 2021) Protocolo Vuelta a Clases Segundo Semestre 2021. https://sigamosaprendiendo.mineduc.cl/wp-content/uploads/2021/07/PROTOCOLO-SANITARIO-PARA-ESTABLECIMIENTOS-EDUCACIONALES.pdf
CDC Estados Unidos (Julio 2021). Estrategia operativa para escuelas de kínder a 12.º grado a través de una estrategia de prevención por etapas. https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/community/schools-childcare/operation-strategy.html#anchor_1616080023247
OMS (Junio 2021) Schooling during COVID-19. https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/342075/WHO-EURO-2021-2151-41906-59077-eng.pdf
UNICF (Julio 2021) https://www.unicef.org/es/comunicados-prensa/la-reapertura-de-las-escuelas-no-puede-esperar
Zimmerman (Abril 2021) Incidence and Secondary Transmission of SARS-CoV-2 Infections in Schools. Pediatrics. DOI: https://doi.org/10.1542/peds.2020-048090
CDC Estados Unidos (2021) Mascarillas. https://espanol.cdc.gov/coronavirus/2019-ncov/prevent-getting-sick/types-of-masks.html